Una madre pasó un vergonzoso momento después de que se diera cuenta de que mostró demasiada piel sin que nadie se diera cuenta. Katt Rogers, de 24 años, acudió a la escuela a dejar a sus hijos y nadie le dijo que tenía los pantalones rotos. Aunque pudo ser algo trágico, ella decidió tomarlo con humor y lo compartió en redes sociales. Ella contó que se le hizo tarde para ir por sus hijos al colegio y no encontró donde estacionarse, por lo que caminó con sus pequeños hasta la escuela. Al llegar, se vio con otros padres y profesores, pero nadie le dijo nada de su accidente. La mujer se despidió de los niños y se fue de compras a un supermercado. Fue en la tienda que un empleado le hizo el señalamiento de lo que estaba ocurriendo.
Dijo que estuvo 20 minutos en el supermercado y un buen rato en la entrada, por lo que pensó que seguramente muchas personas la vieron. La joven madre agradeció que el empleado fuera amable y le dijera discretamente que estaba mostrando sus glúteos: “Pienso en cómo deben haberme visto los maestros y me pregunto por qué no dijeron nada y pensando si yo soy el chiste en la sala de profesores hoy”.Katt Rogers pensó en todas las personas que vio y que pudieron notar la gran rasgadura de sus jeans. Situaciones que pasan y cada quien lo toma como quiere.
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