Las abejas melífera están acostumbradas al protocolo de distanciamiento social puesto que se trata de una práctica habitual para evitar la propagación de un virus, por lo que las colonias adoptan estratégicamente evitar el contacto con miembros infectados.Un científico ha evidenciado que tras la observación de una colonia infectada con el mortal virus de la parálisis aguda israelí (IAPV), las abejas evitan tocar y alimentar a las compañeras infectadas.Pese a llevar con efectividad dicho método, los científicos no se explicaban como podía propagarse tanto este virus letal que está haciendo estragos en las colonias de abejas en Estados Unidos.Adam Dolezal, filósofo de insectos de la Universidad de Illinois, Urbana-Champaign (UIUC) que estudia el virus IAPV, desarrolló un sistema automatizado para monitorear el comportamiento de las abejas.Después de cinco días de observación, se descubrió que las abejas guardianas dejaría entrar al 30% de las abejas infectadas que no fueran de su colonia. Las cuales salían de su propia colonia para buscar las alimentara.Las abejas son particularmente vulnerables a enfermedades infecciosas debido a que viven en condiciones de hacinamiento y se encuentran en contacto todo el tiempo. Además de qué su sistema inmune es débil a comparación con el de otros insectos.Las abejas infectadas se volvían más sumisas cuando los guardias las desafiaban, brindándoles mayor posibilidad de obtener comida, por lo que se venían se veían beneficiadas para propagar la enfermedad.Desafortunadamente el virus IAPV no es el único problema para las abejas, pues también pueden ser portadores de el ácaro Varroa el cual ha diezmado a poblaciones enteras de abejas en todo el mundo.EM