Madonna es una de las artistas que más en serio se toman tener un buen aspecto físico. Desde hace años que luce un físico que muestras largas rutinas de entrenamiento y a sus 58 años luce un cuerpazo que ya querrían muchas más jóvenes.  El pasado 2 de diciembre, la artista ofrecía un show en Miami en el que tuvo una invitada de honor: Ariana Grande. En un momento del concierto ambas se unieron sobre el escenario y empezaron a bailar sensualmente. Pero no fue la sensualidad lo que destacaron las redes sociales de este momento sino el extraño aspecto del trasero de Madonna.En un momento en el que la rubia se pone a hacer twerking con un minivestido con falda de volantes, deja al descubierto su trasero que apenas se mueve pese al frenético baile. Frente a esto solo podemos pensar dos cosas: o se ha pasado entrenando en el gimnasio hasta conseguir que se haya convertido en piedra, literalmente; o ha echado mano del bisturí y de dos buenos implantes.