MONTERREY.- Alberto Cortez regresó a la Ciudad con un concierto íntimo, lleno de canciones plagadas de romanticismo y un público emocionado que lo ovacionó desde que apareció en el escenario.Llegó al escenario apoyado por un bastón y asistido por una persona que lo sostuvo del brazo hasta que llegó a una silla, en la que permaneció todo el concierto. “Monterrey, hola Monterrey. Qué gusto estar aquí”, dijo el cantante, para inmediatamente después interpretar el tema “Barco de Papel”. “Me vieron entrar con un bastón, es el que me ayuda a llegar a esta silla en donde puedo cantarles. Dirían por ahí, son cosas de la vida”, señaló, para seguir con su repertorio con canciones como “Cuando un Amigo Se Va”, “A Partir de Mañana” y, por supuesto, “Mi Árbol y Yo”, “Camina Siempre Adelante” y “Callejero”.

La tradición entre los fans del cantante no se extingue y fue precisamente en el tema “Te Llegará una Rosa Cada Día”, que dos mujeres se levantaron de sus asientos, caminaron al escenario y una decidió subir y darle en sus propias manos un ramo de rosas, aprovechando así para abrazarlo. Mientras tanto, la otra optó por dejarla al pie del escenario. El cantante no se percató de esta última.A solas con su pianoPara el argentino no hace falta una mega producción: en esta ocasión únicamente se acompañó de un piano y su pianista, un atril y su silla. Fue así como los asistentes al Auditorio San Pedro disfrutaron por alrededor de dos horas la presentación de Alberto Cortez, quien aunque no logró colocar el letrero de “localidades agotadas”, sí logró hacer que en más de una ocasión el público cantara con él y lo ovacionara de pie.