“Perdí la cuenta de las veces que me violaron”, ex surfista cuenta el calvario que vivió durante su secuestro
La australiana Carmen Greentree permaneció privada de su libertad por dos meses, donde fue golpeada y abusada sexualmente.
Con el sueño de ser una de las mejores sufristas del mundo, entrenarse con la multicampeona Stephanie Gilmore (ganadora del ASP World Tour en siete ocasiones), y la fallida oportunidad de ingresar al Tour del Campeonato Mundial Femenino en 2003, Carmen Greentree decidió frenar su sueño y tomarse un año sábatico. Con 22 años, la australinana decidió realizar un viaje a la india para tomar un curso en Dalai Lama en Dharamshala, ciudad situada en medio de las montañas del Himalaya, sin siquiera imaginar que ese viaje cambiaria su vida para siempre.Durante el viaje conoció a Rafiq Ahmad Dundoo, un residente indio que le ofreció viajar a Srinagar, Jammu y Cachemira en avión para que su arribo a Dharamshala sea menos estresante.
Su calvario comeznó cuando este estafador, disfrazado de operador turístico del gobierno, le pidió que pasara la noche en su barco antes de partir rumbo a su destino. Desde esa noche, que se convirtieron en dos meses, Carmen fue golpeada en múltiples ocasiones cada que intantaba escapar.“Y a la que me rendí, fue la primera vez que me violó, pero es que estaba cansada,no podía pelear más y sabía que no iba a detenerse”“Perdí la cuenta de las veces que me violó. Lo he bloqueado tanto que ya no recuerdo la mayoría de los ataques”, “El peor sentimiento fue cuando me rendí y dejé que tomara lo que quería”, añadió.“Estaba completamente rota, ya ni siquiera era yo. Existía como un caparazón en mí”, explicó la ex surfista 16 años después. “Era un hombre sin escrúpulos morales y claramente no le importaba. Me mostró que tenía la intención de hacerme daño y no sintió ni una pizca de culpa por lo que me estaba haciendo”.“Con 22 años me secuestraron 2 meses, con incontables violaciones”, resumió Greentree, al mismo tiempo que detallaba que en las veces que quiso escapar, su violador le advertía que era una zona militarizada y que en el caso de encontrarla podrían dispararle sin preguntar. Además ella sabía que “si me atrapaba huyendo, me haría cosas peores”.“Pensé que jamás escaparía de ese bote, que moriría allí de una u otra manera”.Completamente cansada física y emocionalmente, se resignó a “vivir” en ese lugar junto a Dundoo, sus dos hermanos, sus padres y su mujer con el niño. También la obligaron a lucir la vestimenta de una musulmana, a comer con ellos, a rezar cinco veces al día y ayudar a las mujeres a cocinar, limpiar y lavar. Incluso se le entregó una copia del Corán traducida al inglés.EL RESCATECegado por la avaricia, hizo que Greentree llamara a sus familiares para pedir dinero y, tras la preocupación de una de sus amigas por no tener noticias de ella, las autoridades pudieron localizarla de forma inmediata.La policía llegó al barco, la rescató y detuvo a Rafiq Ahmad Dundoo, junto a su hermano Shabir Ahmad Dundoo. Sin embargo, tras pasar seis meses en prisión fueron liberados ya que la ex surfista nunca pudo regresar a la India para testificar.Actualmente, Carmen tiene tres hijos, está casada y vive al sur de Sydney. Escribió un libro para contar su experiencia.“Escribí mi libro para mostrar cómo aprendí y cómo me curé. Quiero que la gente lo lea y espero que puedan crear una buena vida independientemente de lo que haya sucedido”.
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