“Winona forever”. El juramento que Johnny Depp le hizo a su entonces novia, Winona Ryder, mediante un tatuaje en su brazo derecho. En los años 1990 parecía que la actriz no solo tendría asegurado su amor “para siempre”, sino el del público. Ella era la mujer de la época, memorable en cintas como Beetlejuice, Drácula, Mujercitas, La edad de la inocencia y El joven manos de tijera.En 2001 la consentida de Hollywood cayó estrepitosamente desde lo más alto de la cima de la fama: había participado en unos 25 proyectos en poco más de una década cuando fue captada en video mientras robaba ropa y accesorios de diseñador en una tienda de ropa.

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Después llego el escándalo, la acusación de ser adicta a los analgésicos, tres años de libertad condicional, 480 horas de servicio comunitario, la orden de someterse a tratamiento psiquiátrico y el exilio.Hoy la vida y su talento le hacen justicia gracias a: Stranger Things, de Netflix, que, ambientada en la década del ochenta, es un homenaje al espíritu del Hollywood de una generación. Winona Ryder fue nominada como Mejor actriz de drama para los Globos de oro.