Después de que Rayados confirmara su presencia en la final, jugó y goleó al Santos Laguna, y cuando Tigres también confirmó su pase a la última serie tuvo como siguiente rival a Lobos, también lo goleó.Lo más importante vendría después, cuando había que tomar una decisión extraordinaria: ¿rotar o jugar con lo mejor posible? La posición en la tabla por los puntos obtenidos permitían el lujo de elegir, además de no enfrentar a rivales que estén pasando por un momento, Rayados jugaría ante un equipo que venía de perder 9-2, con 0 puntos, sin técnico, tal vez lo más difícil era jugar de visitante. Mientras que Tigres tenía que jugar en su casa contra Morelia, venía de ganarle a Chivas pero tampoco es que eso signifique un gran parámetro.En Rayados se supo desde temprano en la semana cuál sería el Xl a utilizar, para el miércoles o jueves ya se tenía la información porque Diego Alonso lo tenía claro, mientras que Ferretti había dicho que jugaría con lo mejor disponible, pero terminó por utilizar a muchos jóvenes para una alineación exótica.Uno ganó, el 0-1 bastó para conseguir 29 unidades, fue un partido cómodo con 14 remates y 63% de posesión, pero Tigres se complicó yéndose abajo 0-2 por errores individuales, apareció el 1-2 y el 1-3 llegó rápido, después un buen lapso de inspiración para Zelarayán puso el 2-3 y 3-3 final, un empate que sabía a triunfo aunque sea contra Morelia en casa teniendo 32 puntos.Desde esas decisiones ya se estaba jugando la final, con Zaldívar y Bareiro ya se estaba jugando la final, con Purata y Díaz más la no convocatoria de Pizarro, Carioca, Quiñones o Valencia, no podía decir nadie que estaban totalmente enfocados en la liga porque de haber sido así no hubiesen rotado tanto.Se le da a importancia necesaria como ha sucedido en otras ocasiones, por ejemplo en la fecha 1 del Apertura 2015, antes de jugar la final ante River Plate, Tigres recibía en casa a Toluca y el cuadro de Ferretti fue: Palos, Estrada, Briseño, Rivas, Jairo González, Viniegra, Alonso Zamora, Lugo, Gringo Torres, Esqueda y Guerrón.Además de cumplir el respectivo compromiso del torneo local, estos encuentros también sirvieron para que Diego Alonso y Ricardo Ferretti sumen ideas. ¿Vale la pena utilizar a Vangioni como marcador central y Gallardo carrilero? ¿Zelarayán debe tener una alta consideración para ser pareja de Gignac? ¿Carlos Rodríguez marcará a alguien personalmente o estará libre? ¿Damm o Aquino? Todo esto gracias a la profundidad de las plantillas, y la competencia interna que esto genera.Y las cosas no quedan ahí, las horas siguientes a estos encuentros tuvo que haber sido todo Final Regia: analizar vídeos, pláticas específicas al respecto de juego, aclarar dudas con el cuerpo técnico y compañeros, tener bien identificado como juega el rival, qué hace cuando le quitan la pelota, como quitan ellos la pelota, qué les duele a las figuras, quiénes marcan la diferencia tácticamente, quién alimenta a las estrellas, en qué batalla el arquero, recuperándose de cualquier dolencia o advirtiendo al preparador físico, médico, masajista o kinesiólogo de algo para que haga su trabajo y no permita que haya otro caído para la final, cuidando más que nunca la alimentación y el descanso, comprender el contexto histórico y deportivo de esto...Los partidos de este tipo, las series que van a marcar la historia, se juegan desde mucho antes de que el árbitro pite el inicio, nadie puede estar fuera de la jugada, estar en buen estado no basta, hay que buscar hacer partidos perfectos.